En nuestro centro no disponemos de clínica veterinaria, pero sí de una larga trayectoria tratando con perros. En caso de observar alguna anomalía o patología en su perro, primero contactaríamos con usted y seguidamente con su veterinario de confianza. Si fuese necesario trasladar el perro a su clínica, nosotros lo haríamos para su comodidad.
Utilizamos cuatro pilares, donde creemos se basa el bienestar de todos los perros: respeto, el cariño, el juego y la disciplina. Si nos paramos a pensar le veremos su lógica.
El respecto: es su derecho a la vida en un entorno de relajación y donde no le falte liberta, espacio, tiempo, contacto con otros perros y personas ajenas, que lo liberen de toda presión, etc..
El cariño: ¿cómo darle cariño a un perro? Pues bien, en este apartado decir que la mayoría de los dueños lo hacen al revés. De nuevo a la lógica. Le responderemos sin obligarlo según el afecto y cariño que él nos muestre a nosotros, a la gran mayoría de los perros les gusta que los acariciemos, otros con que se les plante delante y se les hable es suficiente e igual de eficaz, etc…
El juego: no debe faltar, hay que darles esta oportunidad desde muy jóvenes, sobre todo en razas grandes, en espacios abiertos, que se relacionen con otros perros, niños y mayores. Digo lo de muy jóvenes porque es con esa edad cuando no existe la maldad y lo podemos guiar por el buen camino. Le premiaremos cuando las cosas salgan bien, le regañaremos cuando lo hagan mal, y muy importante, le dejaremos a él sólo que vaya resolviendo algunos problemas que le vayan surgiendo, etc..
La disciplina: llegado a este punto, vamos a separarlo en dos partes, disciplina inferior y disciplina superior. Las aplicaremos según la edad del perro.
Disciplina inferior: la utilizaremos en perros inferiores a un año, en forma de juegos y en positivo. Recuerde siempre que el perro termine un ejercicio bien hecho, libérelo y prémielo. En caso contrario lo debes de incomodar, castigar. Espere un poco que se libere la mente y comience de nuevo, conecte con él en positivo y vuelta a repetir, etc..
Disciplina superior: la utilizaremos de un año en adelante, suponemos que nuestro perro ha sido criado con sus derechos a la vida y aún así se nos ha desviado en algún punto concreto. Si es una falta leve, por ejemplo la llamada, pondremos toda nuestra atención en ella, le buscaremos y pondremos a sabiendas en situaciones para practicar ésta sin que se dé cuenta, siempre en positivo y no dejando nunca que nos gane la partida. En faltas graves lo mejor es ponerlo en manos de un profesional, etc…
En pocas palabras, estos son los cuatro pilares que utilizaremos a diario para el manejo de todos los perros en nuestro centro de adiestramiento, así conseguiremos que su mente esté relajada y su físico satisfecho y en forma. SALUD SANA.